Descubriendo Noruega en verano

Por Iraitz Ezkergain.

 

En el país de los Trols y Fiordos, y por encima del circulo polar ártico, se encuentra Stetind (1.392m), monte nacional de Noruega. Desde su cima al fiordo se encuentra una pared vertical de 1.300m.

Se encuentra en la zona o comunidad de Tysfjord, entre las ciudades de Bodø y Narvik. Kjøpsvik, un pueblo cercano, es donde he vivido los últimos 5 veranos trabajando como guía de alta montaña.

La roca aquí es de un granito de mucha calidad, donde apenas existen parabolts y todas las progresiones se hacen en estilo clásico/ tradicional. Un área muy salvaje donde existen una multitud de opciones para cualquier actividad en montaña y mar. Encontraremos desde aristas fáciles pero aéreas, hasta vías largas de 800m, siendo la más conocida y clásica la vía llamada “South Pilar”. Aquí os dejo el vídeo que grabamos en esa vía:

 

No solo vamos a Lofoten a esquiar en invierno o primavera, sino también en verano. Bonitas formaciones de rocas puntiagudas y paredes llenas de fisuras nos llaman para acercarnos a Lofoten.

Aquí se encuentran las clásicas, Svolvaergeita, la pared de Presten en Henningsvaer, la oscura montaña llamada Vagakallen, …

Os dejo un vídeo de la arista Stetind…

 

… Y aquí un vídeo de Noruega:

 

Cresta SE de la Pirámide de Tacul (3.468m)

Por Sidarta Gallego

Este verano, en la campaña de guiajes en Alpes, hice junto a Oscar y Carlos la cresta SE de la Pirámide de Tacul (3.468m). Se trata de una escalada de 340 m y dificultades de V/V+, situada en el macizo del Mont Blanc, por lo que un ambiente espectacular está asegurado! No se trata de una gran montaña, para ser Alpes, pero es una montaña muy estética y una actividad muy recomendable.

Nosotros salimos del refugio de Torino, que se accede desde la vertiente italiana y el teleférico Skyway, pero también se puede acceder desde Aiguille du Midi (Chamonix), aunque la aproximación es un poco más larga. Los días anteriores hicimos la cresta de Entrevés y la de Marbrés, que son actividades muy chulas también. Tuvimos muy buen día, así que pudimos escalar en camiseta a 3.000m!

La vía se desarrolla por un granito de muy buena calidad, los largos van por unas fisuras increíbles, de esas que quieres que no se acaben. También hay pasos muy variados, pasos de placa, de chimenea, pasos atléticos, paso de fe… El largo más difícil, el de V+, va por un sistema desplomado, que los miras desde abajo e impresiona mucho, pero es más de impresión que de fuerza! Con una buena técnica te puedes quedar sin utilizar las manos!
El recorrido de la vía hay bastantes alternativas, por lo que es muy importante tener un buen olfato para no embarcarse. La cima es tan puntiaguda, que no se puede subir, hay que quedarse tres metros por debajo.

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Unas fotos en la cima y para abajo! Que rapelar tiene su historia. ¡Y qué historia! Al principio del descenso hay que destrepar el último largo. Un rapel de unos cordinos viejos y después ya reuniones de parabolts, por lo que tendría que ser fácil. Pero las reuniones de parabolts estaban a 35 m, una cosa muy rara, y en emplazamientos no muy lógicos, así que un par de veces tuve que volver a subir por las cuerdas. Una pena, porque llevando cuerdas de 60 m como nosotros, se podría haber bajado en la mitad de rapeles.

Después de un día de puro placer, y de los percances en los rapeles, en el pie de vía miramos el reloj y vimos que era súper tarde!!! Así que a correr que perdemos el último viaje del teleférico! Pero llegamos justo a tiempo, tan justo que tuvimos que bajar con el viaje de los trabajadores.